Errores comunes al hacer dieta
Por otro lado, solemos cometer una secuencia de fallos que, en ocasiones, no generan los efectos que queremos. La dieta es un estilo de vida, no significa pasar hambre.
Para comprender los hábitos correctos para continuar una dieta de adelgazamiento antes debemos entender qué es lo que hacemos mal.
Principales errores
Uno de los enormes fallos que cometemos al comenzar una dieta, así sea para adelgazar o no, es reflexionar que solo hay que poco tiempo rebajar los kilos de más y lograr nuestro peso ideal de una manera ligera.La llegada del verano trae consigo la habitual operación bikini y esto implica un deseo urgente de sacarnos de encima los kilos ganados en invierno. Esta prisa por bajar de peso es lo que crea la iniciativa errónea de que llevar a cabo “prácticas alimentarias extrañas”, así como las denomina Moñino, nos permitirá adelgazar en breve.
Otras equivocaciones en las que se acostumbran caer son las que nos relata la representante de CODiNuCoVa:
- No ponerse en manos de expertos.
- Realizar la dieta por un tiempo preciso y no cambiar los hábitos alimentarios.
- Creer que va a estar dieta es “pasar hambre”.
- Restringir las calorías bastante.
- Comprar comestibles poco o nada saludables para que otros familiares los coman.
- No cambiar los hábitos de toda la familia.
- No llevar a cabo entrenamiento del cuerpo.
- Negarse a conocer a otros expertos, entre otras cosas, un psicólogo.
- No tener razón.
- Obsesionarse con perder kilos.
Ylenia López, nutricionista, dietista y coach sobre nutrición cree que el incremento de peso aparece porque “la mayoría de las dietas no se hacen cien por cien perfectas en todos los sentidos” y esto puede deberse a que muchas de ellas no están supervisadas por un experto.
Al opuesto de lo que se piensa, otro fundamento puede ser llevar a cabo bastante entrenamiento del cuerpo, puesto que esto hace que aumente el apetito y la masa muscular, cuando la intención es achicar el exceso de grasa en el cuerpo.
Otro error muy recurrente es comer menos de lo que corresponde, puesto que “a partir de alguna proporción de calorías abajo de las pretenciones de cada uno, el cuerpo entra en desarrollo de ahorro y, en lugar de combustionar todo lo que se consume, lo reserva”, enseña la nutricionista.
Cuando se muestra esta circunstancia donde se aprecia un incremento del peso o las pautas de una dieta parecen inviábles de continuar, algunas ocasiones se recurre a otras ayudas como medicamentos que afirman la disminución del peso. “La mayoría carecen de prueba científica y solo tienen la posibilidad de ser prescritos por facultativos. Además, si dejamos en manos de medicamentos una labor como adelgazar, difícilmente se enseña a llevar un método de vida beneficioso para la salud”, apunta Tendero.
Frente esto, los profesionales ofrecen tomar resoluciones capaces, que no sean fundamentadas en complementos alimenticios, varios de los cuales son de dudosa fiabilidad. Estos productos, “no sacian ni asisten a cambiar los hábitos de los que estamos hablando, como comer más fruta y verdura, cinco porciones al día, masticar bien los comestibles o reposar un número de horas adecuadas”, así como asegura la representante de CODiNuCoVa.
Hablamos de sustancias que “solo crean expectativas en el cliente sobre una disminución del peso que no se consigue y que acaba mermando la salud de los usuarios”, apunta Moñino. Solo los preparados alimenticios sustitutivos de alguna comida tuvieron efectos positivos de adelgazamiento, siempre que estén supervisadas por un médico.
Para que una dieta balanceada consigua el propósito de adelgazar, Moñino cree que debe estar bien planificada y adaptada al estilo de vida y hábitos de consumo de la persona que la ejecuta. Estas dietas son individualizadas y se establecen según el estilo de vida y las propiedades personales y objetivos de cada uno, por lo cual sólo algunas de las dietas tienen los mismos efectos para todos.
Caer en las dietas milagro
Varias personas, por temor a caer en estas equivocaciones, buscan dietas veloces, las llamadas dietas milagro o dietas yo-yó, para bajar de peso en breve y de manera simple. Consultamos con los profesionales sobre la efectividad de estos procedimientos de adelgazamiento y todos coinciden en que son dañinas para la salud.Estas dietas yo-yó garantizan perder bastante peso en un tiempo reducido y esto es lo que seduce y, a la vez, daña a nuestro cuerpo. Tendero enseña que nuestro cuerpo tiene un desarrollo y puede requerir un algo más de tiempo para perder esos kilos plus ganados que el que hemos necesitado para cogerlos.
En oportunidades puede suceder que, en vez de sostener el peso perdido en el transcurso de un tiempo, por último se acabe ganando más peso todavía, lo que se conoce como efecto choque. López advierte que las dietas milagro llegan a ser tan peligrosas como el sobrepeso.
Por su lado, Moñino nos ofrece las causas por las que tienen la posibilidad de sospechar un peligro para la salud:
- Eliminan la posibilidad de continuar un plan de nutrición saludable, verdadera e individualizada con restricción calórica dominada.
- Agravan el peligro cardiovascular, frecuentemente muy alto en varias personas con exceso de peso.
- Provocan déficits alimenticias de vitaminas y minerales y probables pérdidas excesivas de masa muscular y agua corporal, logrando llegar a estados de desnutrición proteica.
- Pueden ocasionar trastornos del accionar alimentario, como la bulimia.
- Producen desilusión y reducción de la autovaloración.
- Producen sobrecarga renal y hepática.
Cómo evadir estos errores
Frente los inconvenientes que emergen en el cumplimiento de una dieta, el profesional nos ofrece algunas advertencias para admitir cuándo nos encontramos frente una dieta engañosa:- Si lo que asegura es bastante bueno para ser cierto.
- Si prohíbe algunos comestibles o tienen un consumo muy restrictivo, por lo general comestibles ricos en carbohidratos como el pan, la pasta, las legumbres o las patatas.
- Exagera la verdad de algún alimento o nutriente, varios de ellos con la etiqueta de "naturales", como el salvado de avena o las proteínas en las dietas de los sobres.
- Hay algún personaje popular que hizo la dieta y le fué realmente bien.
- Contradice las sugerencias médicas y de nutrición fundamentadas en la prueba y no aportan pruebas fiables de su efectividad y seguridad.
A su vez, sugieren que, en el momento de comenzar una dieta para bajar de peso, la persona mantenga una actitud efectiva, se vea alentada, acuda a un profesional experto y respete siempre los hábitos de nutrición para poder una vida saludable.

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